La actual pandemia de COVID-19 ha tenido repercusiones en las diferentes economías del mundo. Desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad muchas personas han sido afectadas en el ámbito laboral con despidos, reducción de sueldos, cierre de empresas y adaptación a un nuevo modelo laboral como el home office. 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que para el final del año 6 millones de mexicanos estarán desempleados, pues calcula que el país presentará una tasa de desempleo del 11.7% de su Población Económicamente Activa (PEA).

La crisis económica provocada por covid-19, dice, no se compara a crisis anteriores, por lo que surgieron medidas para los grupos más vulnerables en el mercado laboral, como mujeres, jóvenes, trabajadores por cuenta propia, entre otros, para que no tenga efectos sobre pobreza laboral en el mediano y largo plazo.

El Banco de México (Banxico) informó que durante el tercer trimestre del año (julio – septiembre) hubo una recuperación económica focalizada en las regiones centro y norte del país, en gran medida por la reactivación de las cadenas de valor del sector automotriz ligadas a la industria norteamericana.

Con información de empresarios del país se espera que la aplicación de una vacuna contra el COVID-19 sirva para retomar actividades económicas afectadas donde lo primordial son las reuniones.

 

Una recuperación económica más sostenible dependerá, además, de la capacidad de las empresas para adaptarse a la tecnología y a la flexibilidad para hacer “generosas inversiones” para el valor agregado.

 

Fuente: El Economista, Forbes, Uno TV, Inegi